martes, 17 de diciembre de 2013

El porqué de escribir

Siempre que alguien me pregunta por qué escribo tengo que permanecer en silencio unos segundos antes de responder. Podría pensarse que hurgo en mi interior buscando los motivos pero no hay nada más alejado de la realidad; tengo tantas alegaciones que justifican el acto, que debo frenarlos en mi interior y ordenarlos para explicarme correctamente.
Escribo porque me hace feliz, porque lo necesito. Hay tantas historias dentro de mi cabeza, «siempre las ha habido, antes incluso de ser consciente de que así era», que tengo que obligarlas a salir para mantenerme algo cuerda. El placer se convierte en vicio y el vicio se retroalimenta. Cuanto más escribo, más ganas. A más ganas surgen más ideas. Imaginad un yonqui que segregara su propia heroína, así me siento cuando escribo.
Mi mente es inquieta, sueño dormida, despierta, imagino conversaciones y desenlaces, y todo esto convive con mi mundo, no soy capaz de separar lo real de lo imaginario. Escribir desarrolla mis sentidos, me hace estar alerta. Puedo detectar la actividad de esos pequeños hombrecillos ocultos bajo la hojarasca del otoño que inunda las aceras. Descubro el pasado glorioso de algún mendigo, traiciones, pasiones prohibidas. He aprendido a leer el lenguaje del alma que se expresa en silencio a través de los ojos de los transeúntes.
He descubierto los colores de la vida, he conocido a hombres maravillosos, mujeres valientes, soldados, mineros… y quiero más. Ser quijote se me quedó pequeño, leer las historias que escribieron otros sigue siendo algo imprescindible en mi vida, pero hace tiempo que cometí el pecado de colarme dentro. Alguien dejó una puerta abierta, y yo, aproveché la oportunidad, o simplemente acudí a esa llamada de auxilio, como hizo Bastian para liberar de la nada al mundo de Fantasía. Durante muchos años realicé en secreto mis incursiones por mi Narnia particular, después, me desinhibí por completo. Puedo ser esa niña negra que duerme en la caseta de las herramientas, puedo sentir el frío y la soledad. Puedo caminar con un viejo y su grifo hacia Santiago mientras decido qué hacer con mi vida, cuidar de mi anciana tía viendo crecer a las golondrinas mientras horneo bizcochos. Puedo ser ese gato con alas y volar sin jugarme la vida.

Es curioso, siempre que comento que escribo, alguien hace alusión a la fama o al dinero. Bajo mi motivación, no aparecen estos términos ni por asomo. De esto no se vive. Ni quiero. ¿A caso tenemos que ser todos García Márquez?, ¿acaso son todos los que pintan Picasso, todos los matemáticos Arquímedes, tenemos que ser Sócrates, Rojas Marcos, Curie, Mozart o Uchida, Eastwood, Kubrick o Tarantino? Gracias a Dios o a quien sea, los dones están más repartidos que la lotería. En pequeñísimas dosis. Afortunados los que perciben porciones mayores, pero que nos dejen disfrutar de las nuestras. Sólo necesito cerrar un instante mis ojos para vivir mil vidas, para descubrirme dentro de un mundo nuevo.

12 comentarios:

  1. No hay más que seguirte para darse cuenta de que esa pregunta sobra!!!
    Sigue soñando....Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y que tú sigas acompañándome en mis visitas a esos mundos fantásticos.

      Eliminar
  2. Con tu capacidad para contar esas mil vidas que eres capaz de vivir, no puedes dejarnos sin conocer cada mundo nuevo. La imaginación es un don que se ha alojado en ti en una dosis muy superior a la media. No te la guardes, y comparte un poco con los que nos ha tocado una porción más pequeña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuanta más gente entra y disfruta de estos mundos, más divertida es la aventura. Gracias por tus palabras.

      Eliminar
  3. Uno de los episodios de Redes, el programa de Punset, contaban que cuando escribes utilizamos una parte del cerebro distinta de cuando simplemente piensas o hablas. Esta parte del cerebro activa varios procesos analíticos que permiten hacer que las reflexiones escritas sean mucho más profundas.

    A parte, está la vertiente creativa... Hay gente que necesita comunicar, expresarse, compartirlo. Es la esencia del arte.

    Besos maja :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta Redes. en general Punset tambén, por lo que divulga, claro, y el buen rollito que desprende. Será que me estoy convirtiendo en artista...je je. Me alegra verte por aquí.
      Besos

      Eliminar
  4. Te entiendo y comparto tu vivio por la lectura y la escritura. Para escribir bien hay que leer, para contar hay que sentir, vivir, amar.....

    Gracias por dejarnos entrar en tu armario interior.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, te obliga a ser consciente de que estás vivo y a estar agradecido por lo que uno experimenta y siente.
      Besos.

      Eliminar
  5. Betty, a muchos también se nos ocurren muchas cosas, pero luego hay que escribirlas y que le guste tanto a la gente como a nosotros nos gustan las que tu escribes. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sólo hay que proponérselo. Ya sabes...la de aventuras que se pueden fraguar entre fogones. Mas besos.

      Eliminar
  6. Como le decían a nuestros niños en el cole cuando eran chicos:COMPARTIR ES VIVIR. Obregón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí. Si es rodeado de amigos mejor, y, si lo hacemos con unas cervecitas de vez en cuando...el no va más.

      Eliminar

Registro

Registro
0c37326f-aafd-3718-b4a5-b6b2ba2f05ba