-¡Hola papi!
-Hola cielo. ¿Qué tal hoy? ¿Aprendiste
algo nuevo?
-Hoy he aprendido otro color.
-¡Genial! Cuéntame.
-Aprendí el verde fresco. El de la
mañana tras el rocío y, ¿Sabes qué?, Que
me dejó la mano mojada, y aprendí también el verde aceituna. ¡Sabe a aceite!
-Ese ya lo conocías.
-Es cierto, me lo enseñaste tú. ¡Ah! …
aprendí el verde veronés.
- ¡Uf! Pero ese es muy difícil.
-No, papá. Es muy fácil. Es como los
ojos de mamá.
- ¡Es cierto! Es el verde mas Bonito
que conozco.
- ¡A que sí! Y… ¿Donde estás hoy?
- En Valencia. En la Albufera. Esto es
precioso, esta atardeciendo…la próxima
vez tienes que venir. Te encantaría verlo.
-Cuéntamelo Papi.
-Está bien. El cielo ahora es azul
-¿Azul frío?
-No, azul como el de los príncipes de cuento, clarito y
agradable, pero sólo está así arriba del todo. Más abajo, hay nubes de color
algodón y el sol es tan intenso, que es
de plata, como nuestras estrellas. Parece una enorme palomita de maíz en el
cielo y refleja toda su luz sobre el mar, que ahora, también parece blanco.
-¡Seguro que está blanco almendra!
- Sí señor, blanco como la almendra
dulce.
-Sigue papi. ¿Ahora que pasa?
-El mar se ha unido con el cielo y
parece todo nieve. Los juncos están oscuros y surgen del agua; firmes, como
bastones.
-¿Son como el mío?
-Parecidos, casi igualitos.
-¿Y ahora?
- Ahora, el sol está abrazando al horizonte, se ha
puesto color piel, cálida y sedosa, como la de Paula y está contagiando al
mar y a las nubes.
- ¡Qué chuuulo! Y.. ¿qué hace ahora el
sol?
-Ha bajado, está tan cerca que parece
mucho más grande, o tal vez sea porque está contento.
-¿Por qué?
-Porque ahora está acariciando al mar y
está colorado de vergüenza.
-Pero… ¿por qué?... ¿no le gusta?
- No, perdona, no es colorado como la sangre y el hierro, no
es salado, es… como las toallas nuevas
que compró mamá, rojo suave y calentito.
- Ahhh ya lo veo papi. Sigue.
-Ahora está enamorado, está tiñéndolo
todo de naranja asalmonado, como el calor de la chimenea en invierno, creo
que sigue avergonzado porque se está escondiendo.
-¡Qué tontooo! ja ja siempre hace lo
mismo. ¿Ya está oscureciendo?
-Si cariño. El cielo y el mar están de nuevo de color
azul. Azul soledad, pero no el de cuando estás triste, el azul de la soledad
cuando la necesitas para respirar hondo y guardar en la memoria un ratito feliz,
de esos que guardamos para siempre.
- Jo papi es precioso. Sigue porfa.
-Cada vez hay más azul soledad transformándose en azul agustito y, poco a
poco, está tornando a tonos violetas, como el de los abrazos de buenas noches
de mami, como el de los achuchones de Paula por la mañana.
-Ahora viene lo mejor ¿verdad papá?
- Si cariño. Mira. Ahora está casi
negro. Apenas se ve nada, faltan sólo unos segundos.
Silencio.
Silencio al otro lado de la línea.
-Ya empieza Manu. ¿Puedes verlo?
-Sí, lo veo.
-Miles de estrellas, del color de tus
besos, una por cada uno que me has dado, están llenando el cielo poco a poco,
iluminan la noche y se reflejan en el mar que parece que está lleno de pequeñas
barquitas.
-¿Sabes papi? Me encanta ver atardecer
contigo. Mañana aprenderé más colores y los atardeceres serán más chulis.
-Tengo que irme ya. Es de noche y debo
ir al hotel. Mañana cuando regreses del cole ya estaré en casa.
- Vale. ¡Papi, papi!
-Dime hijo.
-Toma, otro beso para que cuelgues en
el cielo.
Gracias hijo. Este es el mejor beso que
me has dado nunca. Ahora se ve un poco mejor el camino. Otro grande para ti.
Hasta mañana.
-Hasta mañana papi.
Quiero dar las gracias a mi amiga Mª Ángeles Pozuelo, por regalarme esta preciosa edición de mi cuento. A su sobrino por la encuadernación. A Juan M. Josa, por pintar esta acuarela para la portada. A todos aquellos que guardo en mi lista de amigos especiales, con los que comparto, a través de la misma ventana, el placer de disfrutar de las pequeñas cosas, de los colores del arcoíris y un montón de cosas más.
Me encanta!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEres una crack! Nunca dejes de escribir...
Besos ARCO IRIS
Tú si que eres una crack. Más besos de colores, de esos que tanto nos gustan.
EliminarQue bonito!!!!! Es entrañable, dulce, fresco...
ResponderEliminarPor fin he podido leerlo. Que razón tenía Anita. Súper!!!!!!!
Ahora tu página empieza a tener muchos colores, muchos más que el ROJO!!!! Bss
Me alegro, tenía ganas de ver si te gustaba. Me encanta que me sigas leyendo.
EliminarSiempre te leo Betty, y sabes que lo hago desde el móvil donde no me deja hacer comentarios. Esta vez mereció mi esfuerzo por encender el ordenador en casa, jeje
EliminarLo sé, lo sé. Por eso quiero agradecértelo y espero que no te canses de hacerlo.
EliminarNunca he "sentido" tanto los colores como en este relato. Me encanta, Bety. MJM
ResponderEliminarGracias,mi fiel lectora. Tú tienes tablas ya en mis escritos, así que, me alegro de que lo hayas sentido de esa manera.
EliminarBesos.
¡ Vaya sorpresa!
ResponderEliminarNunca olvidaré el momento en el que fue motivo de una Entrada, la número 300 ¿recuerdas?, en mi Blog, y la fantástica acogida que tuvo tu hermoso Cuento.
Te doy las gracias en nombre de Luis Morcillo Pozuelo, mi sobrino, de Juan Mª Josa Mutaberria y las mías ¡como no!
¡Qué escribas más cuentos bellos! MªÁngeles
No, no. Me reitero, gracias a tí "por ser vos como sos", como diría un argentino.
EliminarBetty...me transportas....estás llena de talento¡¡¡....sigue así
ResponderEliminarBssssss Ce
No voy a preguntarte a donde, pero espero que disfrutes.
EliminarBesos.
Precioso cuento, lleno de creatividad y sensaciones. Una delicia leerlo. Enhorabuena!!
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado, tambien saber que has danzado por aquí.
EliminarDe lo más tierno y lleno de color y esperanza que he leido. Me encanta!! Pilar Larrea
ResponderEliminarMe encantan los colores, descubrirlos en la vida real que otros se empeñan en mostrárnosla en sepia.
EliminarYa lo conocía,pero al volverlo a leer me ha vuelto a emocionar.Estabas en estado de gracia.Besos.Obregón
ResponderEliminarNo sé realmente en que estado me encontraba, suelo estar más bien perdida. Jeje Besitos.
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